Lo que necesitamos es acción: Reflexiones sobre la respuesta a la pandemia del condado de King

Por Bereket Kiros y Karla Jiménez-Magdaleno

Nota: La pandemia de COVID-19 ha aumentado las desigualdades que enfrentan las comunidades de color. Salud Pública reconoció a principios de 2020 que esto sucedería, porque es lo que generalmente ocurre cuando las enfermedades se cruzan con el racismo estructural. A partir de ese reconocimiento, más la necesidad de retroalimentación para abordar el impacto en todos los sectores, nació el Grupo Asesor Comunitario de Pandemias. La estructura del grupo refleja la experiencia previa en el condado de King. Este grupo incluye a líderes no sólo de la comunidad, los negocios, la educación y los sectores corporativos, sino que también incluye a líderes de los grupos que han sido marginados por las instituciones, en particular los inmigrantes y los negros, los indígenas y las personas de color. Con la declaración del año pasado del racismo como una crisis de salud pública, comparten el compromiso entre una respuesta racialmente equitativa al COVID-19 y el abordar las causas fundamentales del racismo, es por estas razones entre otras que se creó el Grupo Asesor Comunitario de Pandemia y Racismo  (PARCAG, por sus siglas en inglés). (Sitio web sólo en inglés).

Este es uno de los varios blogs con voces del PARCAG.

Para Bereket Kiros, este último año de la pandemia ha sido agotador, pero no sorprendente.

En algunos aspectos, el condado de King no es diferente a otras partes de Estados Unidos. Cuando las vacunas contra el COVID-19 se implementaron por primera vez a principios de 2021, lugares predominantemente blancos y ricos, como Vashon Island y North Seattle, tenían tasas de vacunación que superaban a las tasas en comunidades racialmente diversas en el condado de South King, a pesar de que estos últimos tenían un mayor número de casos por COVID-19.

Kiros esperaba estas desigualdades raciales y de clase, repetitivas (pero evitables) cuando el COVID-19 llegó al condado de King. Pero él cree que como sociedad en general, somos capaces de ayudar realmente a nuestras comunidades a recuperarse equitativamente.

Bereket Kiros -con un gorro y una camisa roja- está hablando con el alcalde de la ciudad de Seattle, quien no está incluido en la foto
Bereket Kiros en una reunión con la ciudad de Seattle.

Poco después de que los primeros casos de COVID-19 nos golpearan, Kiros se unió al Grupo Asesor Comunitario de Pandemia y Racismo del condado de King (PARCAG, por sus siglas en inglés) (Sitio web sólo en inglés). PARCAG es un grupo formado por organizaciones gubernamentales y comunitarias para abordar la pandemia de COVID-19 y el racismo a través de una asociación entre el gobierno y la comunidad.

Kiros aportó años de construcción comunitaria a PARCAG, a través de su trabajo como presidente / fundador de la Coalición de Inmigrantes, Refugiados y Comunidades de Color (CIRCC, por sus siglas en inglés) (Sitio web sólo en inglés), y también como presidente de la Alianza a la Respuesta Comunitaria COVID-19 (The Alliance), una coalición de más de 17 organizaciones multirraciales, culturales y lingüísticas.

Me reuní con Kiros para aprender cómo su experiencia de miembro activo en el comité de PARCAG podría ayudar a la comunidad en general a abordar la pandemia a través de un punto de vista antirracista.


Esta entrevista ha sido editada por motivos de duración y claridad.

Señor Kiros, cuéntenos un poco sobre usted. ¿Cómo es que su experiencia de vida lo ha llevado a unirse a PARCAG?

Bereket Kiros: Yo nací en Etiopía y pasé muchos de mis primeros años viajando por Europa antes de mudarme a Milwaukee en 1985.

Las tensiones raciales en Milwaukee fueron impactantes. Recuerdo que uno de mis patrocinadores católicos, un hombre asiático-americano, me recogió en el aeropuerto para llevarme a la casa que me habían asignado y que estaba ubicada en un vecindario de raza negra. Cuando llegamos, me dijo “¡no vas a vivir aquí!” Estaba tan preocupado que me dio albergue por 6 meses.

Estados Unidos era inestable, y seguía pensando en regresarme. La segregación racial era increíble. En lugar de dejar el país, en 1991 me mudé a Seattle para ir a la escuela. Ese año, soñé con tener un centro comunitario de Tigrinya. Así que establecimos uno, poco después de haber llegado, y se convirtió en el segundo centro comunitario en Seattle para una comunidad de África oriental. Empezamos a un nivel muy pequeño, brindando servicios a la comunidad y un espacio para establecer conexiones.

Estuve involucrado en otros proyectos y fundé la Asociación Africana de Medios de Comunicación de Washington. Si no tenemos un medio de comunicación propio, es difícil interactuar con nuestra comunidad. Eventualmente trabajé por un periodo de 12 años para la ciudad de Seattle. Fue allí donde aprendí sobre el concepto de “justicia social”. Eso me inspiró a volver a la escuela para obtener una Maestría en Administración de Negocios (MBA, por sus siglas en inglés) y comencé a usar mis conocimientos para convertirme en una voz para mi comunidad y alentar a otros a comprometerse.

¿Cómo afecta su experiencia personal a la forma en que aboga por el cambio, en su posición con PARCAG?

Mis experiencias al vivir en Occidente y Oriente me han dado una forma diferente de ver a la humanidad. Me han ayudado a trabajar más en términos de compromiso, y a tratar de identificar puntos en común para unirnos. La gente debe tener su propia voz y debe de ser escuchada.

En Occidente, se siente como si necesitaras ir a la guerra para lograr un cambio.

Con PARCAG, el condado de King nos da un espacio para ayudar a definir quiénes somos. La mayor parte de las grandes organizaciones y corporaciones pueden definirse a sí mismas. Envían expertos, realizan encuestas, hacen preguntas y dicen ser expertos en apoyo. Estos métodos no han ayudado.

PARCAG me ha dado el soporte en hablar como mensajero de mi comunidad. Ha creado una conversación bidireccional entre inspectores y preguntadores. Patty Hayes [la anterior directora de Salud Pública] acudiría a las reuniones donde compartiría los indicadores de COVID-19 y explicaría los retos y situaciones que seguimos enfrentando.

Este es un buen comienzo, porque sin PARCAG es difícil ser escuchado al lado de organizaciones tan grandes. Estamos hablando de los desafíos que enfrenta nuestra comunidad. Este es el primer paso real que hemos dado para crear comunicaciones entre los sistemas y las personas.

¿Cuál sería un ejemplo en donde PARCAG ha creado ese espacio en donde usted actúa como mensajero para su comunidad?

La forma en que el condado, la ciudad de Seattle y la Universidad de Washington recopilaron datos sobre COVID-19, al principio fue muy frustrante.

Me inscribí para ser parte del estudio SCAN, por ejemplo, y recibí una encuesta de 17 páginas. No había personas reales detrás de la encuesta, nadie que te guiara a través del estudio. Y al final del día, mis resultados fueron inconclusos. Incluso como estudiante de posgrado, tuve ciertos retos con este estudio. ¡Imagínate a otros! Si estás tratando de usar esta investigación para ayudar a las comunidades de color, has que sea una experiencia más simple. Parte del problema es que la mayoría de los líderes que formaron este estudio eran blancos.

Debido a que me encontraba en PARCAG, pude enfrentar este enfoque de recopilación de datos con el Dr. Jeff Duchin. Aceptó y admitió que se podría haber hecho un mejor trabajo. Lo que hizo el Dr. Duchin fue reconocer el problema y hacer un seguimiento con la Universidad y con los representantes del estudio para destacar la necesidad de cambio. Esto no podría haber sucedido sin PARCAG.

¿Cómo cree que PARCAG ha cambiado la respuesta del gobierno para hacer frente al COVID-19?

El cambio es tardado. Estamos impacientes. Lo que observo es que el cambio viene lentamente, así que hay que tener paciencia y tratar de insistir cada vez más y más.

En PARCAG, contamos con la capacidad de fomentar una buena comunicación. Estamos transmitiendo el mensaje de nuestras comunidades a aquellos que interfieren con las decisiones, y esta habilidad es una de las mejores cosas de PARCAG.

También tenemos que aprender a movernos a través de los diferentes niveles. El presupuesto es realmente importante, y si no incorporas cambios en tu presupuesto, nada va a cambiar.

Al comienzo de la pandemia, envié un correo electrónico al condado de King pidiendo información confiable para apoyar a las comunidades de color, la cual incluía el país de origen de las personas (además de otros factores). Sin embargo, esto se debe de hacerse de manera que no estigmatice a las comunidades que sufren de COVID-19. Debemos tener cuidado con la forma en que analizamos nuestros datos.

Con múltiples organizaciones comunitarias representadas en PARCAG, nuestro grupo puede tener un gran impacto.

Los funcionarios electos nos escuchan. Desde que nuestras organizaciones se unieron a PARCAG, comenzamos a obtener más fondos de la Fundación Seattle y del condado de King. Nos hemos convertido en un vehículo y voz para poder llevar fondos y recursos a las comunidades de color. Estas eran aportaciones que se le daban antes a grandes organizaciones, y ahora nuestras comunidades las están recibiendo.

Cuéntenos más sobre la desconexión entre la respuesta al COVID-19 del gobierno y de los deseos de la comunidad

Algunos de nosotros trabajamos incansablemente en defensa de la comunidad de forma voluntaria. Hacemos esto por convicciones propias. El trabajo que hacemos es un servicio público, si quieren que apoyemos al gobierno, entonces deberíamos de cobrar.

Existe la expectativa de que las comunidades de color lo harán sin pago porque nos importa mucho lo que hacemos. Pero el gobierno debería de crear un presupuesto para aquellas personas que se encuentran comprometidas con esto. Tenemos que mantener a nuestras familias. Existe el agotamiento, créeme.

Al final, lo que sea que inviertas en la comunidad, lo estás invirtiendo en el futuro del país y de la gente que te gusta para hacer un cambio.

¿Qué cree usted que pasará después de esta pandemia?

Para el próximo año, el gobierno ya sabe lo que sigue: Defensa Comunitaria. No hay excusas para no hacer un cambio.

No creo que cientos de años de opresión se resuelvan en una semana o en un año. Pero podemos ver el avance y la mejora en las comunicaciones. Y con el avance, me refiero a lo que muestran los parámetros; algo que demuestra responsabilidad. Tenemos que medir cuáles son los cambios que hemos hecho.

Hablamos de que las comunidades estén al mando de la respuesta, hablamos de que necesitamos liderar con el antirracismo. ¿Cómo cree que podemos llegar allí?

Con una voz colectiva. Es por lo que me gusta trabajar para PARCAG.

Durante tantos años, hemos estado divididos para luchar por recursos. Incluso ahora, puede ser un desafío trabajar juntos, incluso algunos no quieren formar parte de un gran grupo como lo somos ahora. Pero aún hay muchas comunidades que no son escuchadas, por lo que tenemos que trabajar juntos.

En base a su experiencia, ¿qué es lo que quiere que su comunidad sepa? ¿Qué es lo que quiere que el condado entienda?

Este es un trabajo en proceso. A todo lo que empecemos, le tenemos que dar seguimiento. Esto tiene que continuar, y no debería de ser una ayuda de una sola vez. Apenas estamos empezando.

Para mi comunidad, quiero que sepan que el asesoramiento es clave. Sepan que hay que desmantelar el racismo en todas las instituciones sociales, una por una. Esto es algo continuo. Todo lo que se haga sin continuidad no funcionará. Para algunas de la labores que hacemos, encontraremos la respuesta durante nuestra vida, y algunas otras serán encontradas en el futuro.


Acerca de este blog: 

La entrada en este blog es parte de una serie de historias de miembros del Grupo Asesor Comunitario sobre la Pandemia y Racismo (PARCAG). El enfoque en PARCAG refleja su papel central en la definición de una respuesta equitativa a la pandemia de COVID-19. En el proceso de creación de este blog, buscamos enfatizar los valores de equidad y justicia social, los compromisos contra el racismo y la resiliencia comunitaria. También estamos comprometidos a mostrar las lecciones aprendidas y qué enfoques han sido efectivos durante una respuesta de emergencia. Con este fin, Salud Pública ha reunido a un especialista en comunicaciones con un miembro de PARCAG para elaborar cada historia de forma colaborativa. Los miembros de PARCAG reciben una retribución económica en reconocimiento por el tiempo que están dedicando al proceso de co-creación. A medida que el proceso de co-creación se cruzó con las dificultades de la vida real de la pandemia, reconocimos que ser rígidos a las líneas de tiempo artificiales puede ser en sí mismo un reflejo de la cultura de la supremacía de la raza blanca, y ajustamos el proceso de creación.