LOS JÓVENES LGBTQ HABLAN DE SUS EXPERIENCIAS EN EL CUIDADO DE SALUD

En la primera iniciativa de su tipo, los hospitales del Condado de King se dirigieron a la juventud lesbiana, gay, bisexual, transgénero, y queer o cuestionando (LGBTQ) para informarse de sus experiencias en el cuidado de la salud. Los Hospitales del Condado de King para una Comunidad Más Saludable (King County Hospitals for a Healthier Community por sus siglas en inglés), una colaboración de 11 hospitales y sistemas de cuidado de la salud, se unieron a Salud Pública de Seattle y el Condado de King para identificar las mayores necesidades y puntos fuertes de las comunidades a las que sirven y desarrollar planes para abordar esas necesidades. Más de uno de cada 10 jóvenes del Condado de King se identifica como lesbiana, gay o bisexual.

Una serie de sesiones para escuchar opiniones de jóvenes y adultos LGBTQ de 13 a 24 años de edad que viven en todo el Condado de King, además de entrevistas con defensores que trabajan con jóvenes LGBTQ, reveló temas consistentes que también fueron respaldados por datos de encuestas. Los temas al centro del programa recién lanzado LGBTQ Community Spotlight  incluyen:

Falta de control sobre su propia salud:

Para muchos jóvenes LGBTQ, la falta de apoyo familiar afectó su salud mental, autoestima y capacidad para navegar efectivamente el sistema de cuidado de la salud. Los jóvenes que tenían relaciones estables y enriquecedoras con sus familias y adultos de confianza se sentían seguros y apoyados. Aquellos sin estas relaciones de confianza, tuvieron dificultades extremas para satisfacer sus necesidades de salud y de atención médica. Un joven dijo: “… este es mi cuerpo, esta es mi salud mental, este soy yo; siento que no estoy en control sobre nada”.

Muchos jóvenes dijeron que les gustaría tener más oportunidades de hablar en privado con sus proveedores sin que la familia estuviese presente, y creen firmemente que estos proveedores deberían tomar la iniciativa en sugerir esta opción. Un participante de la sesión de escucha ofreció un ejemplo positivo: “Una cosa que mi [proveedor] hace para que yo me sienta a salvo es preguntarme si yo quisiera contárselo a mi mamá. Siempre me dará la opción. ‘¿Quieres que venga tu madre?’ O, si ella está allí, [él me preguntará] si ella debería irse. Siempre deja la decisión en mis manos”.

Con los proveedores, se necesita seguridad, confianza e información:

Los jóvenes dijeron que necesitaban sentirse seguros y capaces de poder desarrollar relaciones de confianza con sus proveedores de salud antes de poder hablarles cómodamente sobre sus necesidades de salud física, mental y emocional — temas que van más allá de la salud sexual. Según un participante, “[Mi pediatra] me apoya realmente en todo. Antes de que ella haga preguntas, dice ‘¿te sientes cómodo si te pregunto esto?’  Y eso es realmente agradable”.

Los participantes también destacaron la importancia de tener un entorno clínico que ofrezca seguridad, apoyo y donde el lenguaje en formularios de registro y comportamientos del personal y proveedores sea inclusivo y reconozca la posibilidad de la diversidad de género.

Los jóvenes también dijeron que necesitaban más información sobre diversos aspectos de la sexualidad humana, relaciones interpersonales saludables, y también los derechos del paciente, la confidencialidad, y los tipos de servicios a los que pueden acceder sin necesitar el permiso de sus padres.

Felicitaciones a los centros de salud con sede en las escuelas:

Los estudiantes de secundaria y preparatoria con acceso a uno de los 23 Centros de Salud con Sede en las Escuelas del Condado de King, valoraron enormemente los servicios y privacidad prestados. Uno de los muchos mensajes de aprobación decía entusiásticamente: “No solo tratan de ayudarte con lo que está mal contigo internamente, sino que se preocupan por ti totalmente”.

Preocupaciones de su seguridad en múltiples entornos:

Además de explicar su necesidad de “tener espacios seguros y libres de prejuicios” donde pueden recibir servicios de salud, los jóvenes expresaron gran preocupación sobre la seguridad con sus respuestas a una encuesta estatal de estudiantes de 8º, 10º, y 12º grado. En comparación con los estudiantes que se identificaron como heterosexuales, los jóvenes que se identificaron como lesbiana, gay, o bisexual fueron significativamente más propensos a reportar sentirse inseguros en la escuela y al salir en una cita; también dijeron que eran más propensos a reportar que habían sido intimidados y que un adulto los había lastimado intencionalmente.

Estas preocupaciones de seguridad se vieron reflejadas en la conclusión de la encuesta Count-Us-In de 2018 de la población sin hogar del Condado de King en la que más de la mitad de los encuestados LGBTQ+ informaron sobre un historial de abuso doméstico o de pareja.

Reconociendo los desafíos universales de la transición de la niñez a la adultez, el informe destaca la considerable variación en las formas en que esto se desarrolla con los jóvenes LGBTQ. Los hallazgos del informe pueden crear conciencia entre los padres, maestros, proveedores de atención médica, y otros adultos de confianza cuyo apoyo es importante para estos jóvenes mientras navegan en una etapa vulnerable de su desarrollo. Consulte el informe completo para obtener más información sobre las conclusiones y leer más sobre los jóvenes participantes y sus defensores.

Publicado originalmente el 22 de octubre de 2018. Read the English version here.