El estado de Washington está a punto de reabrir con 70 % de las personas de 16 años o más que han iniciado su serie de vacunas.

Esto puede causar emoción a algunos y nerviosismo a otros, ¡quizás incluso una mezcla de ambos! Pero para las familias y los cuidadores con niños y niñas menores de 12 años que aún no cumplen con los requisitos para recibir la vacuna contra el COVID-19, la reapertura puede causar preocupación y generar muchas preguntas sobre cuál es la mejor manera de proteger a nuestros niños y niñas que todavía están en riesgo de contraer COVID-19.

Hay más de 300,000 niños y niñas en el condado de King que no están protegidos contra la infección por COVID-19. Aún no sabemos cuándo los niños y niñas menores de 12 años podrán recibir la vacuna contra el COVID-19.

Estas son unas maneras en que los padres, cuidadores y familiares pueden seguir manteniendo a los niños y niñas menores de 12 años seguros.

Seguir usando la mascarilla

Los residentes que se encuentran completamente vacunados ya no están obligados a usar la mascarilla en la mayoría de los lugares cerrados o al aire libre.

Sin embargo, la mascarilla sigue siendo una forma importante para proteger a los niños y niñas. Dado que los niños y niñas no vacunados pueden seguir transmitiendo el virus a otras personas, usar la mascarilla protegerá también a otros. Seguimos dependiendo unos de otros para esta protección comunitaria. Todos los adultos deben seguir usando la mascarilla en lugares cerrados y al aire libre, en las escuelas y en guarderías infantiles, así como considerar usarla en otros lugares públicos cerrados cuando haya niños y niñas presentes en grupos grandes.

• Continúe poniendo el ejemplo al usar la mascarilla. Incluso si usted y los miembros de su familia están completamente vacunados, puede apoyar a sus hijos e hijas cuando estén todos juntos.
• Explique por qué sigue siendo importante. Los niños y niñas más pequeños pueden estar confundidos por qué todavía necesitan usar la mascarilla cuando los niños y niñas mayores y los adultos a su alrededor ya no deben hacerlo. Comparta que las cosas están mejorando, pero que la mascarilla continuará manteniéndolos a ellos y a otras personas no vacunadas a salvo mientras esperamos una vacuna para todos.
• No todos los niños y niñas pueden usar la mascarilla. Los niños y niñas menores de 2 años no deben usar la mascarilla y entre las edades de 2 a 4 años algunas veces batallan al usarla, especialmente durante períodos prolongados. Todos los que pueden usar la mascarilla deben hacerlo para proteger a los niños y niñas que no pueden.

Vacúnese si cumple con los requisitos

Todas las personas de 12 años o más cumplen con los requisitos para vacunarse contra el COVID-19. Si cumple con los requisitos, vacúnese y ayude a proteger a otras personas que no pueden vacunarse, incluyendo a los niños y niñas menores de 12 años. Las personas vacunadas no solo están protegidas, sino que las vacunas pueden ayudar a evitar que las personas sin síntomas propaguen el COVID-19 a otras personas.

Haga un plan familiar

A medida que su familia y los niños y niñas más pequeños pasan más tiempo alrededor de personas que usan y no usan la mascarilla, es útil tener un plan para diferentes reuniones o lugares. Esto puede ayudar a los niños y niñas a saber qué hacer.

Hable abiertamente sobre los niveles de comodidad basados en la evaluación de riesgos y el historial de salud con su familia cercana y extendida.

Sea consistente para que los niños y niñas sepan qué hacer en diferentes situaciones y sean más capaces de cooperar dentro de una rutina establecida. Su plan puede cambiar a través del tiempo: hable con sus hijos e hijas sobre los cambios y responda a sus preguntas.

Estos son algunos ejemplos de posibles planes familiares:

• No hay necesidad de usar la mascarilla en lugares cerrados con familiares vacunados, pero tanto niños y niñas como adultos deberán usar la mascarilla cuando hagan mandados en tiendas de abarrotes, etc.
• No hay necesidad de usar la mascarilla para ir a jugar con amigos al aire libre, pero todavía se requieren en los parques infantiles públicos muy llenos o para ir a jugar en lugares cerrados.
• No hay necesidad de usar la mascarilla en lugares cerrados o al aire libre con un grupo pequeños y selecto de amigos, incluyendo a niños y niñas no vacunados (a menudo considerado como una burbuja).

Elija socializar al aire libe siempre que sea posible

El riesgo de propagación del COVID-19 es mucho menor fuera que dentro. Cuando estamos al aire libre incluso un viento ligero puede diluir y dispersar las partículas virales, pero en lugares cerrados tenemos que prestar especial atención a la cantidad de aire fresco que entra en el lugar. La circulación de aire fresco es crucial para diluir cualquier coronavirus que pueda estar presente y evitar que se propague entre las personas.

Cuando no es posible estar afuera, favorezca la buena ventilación y el distanciamiento social. Algunos ejemplos podrían incluir:

• Siéntese junto a una ventana abierta en el transporte público
• Cuando vaya en auto con otras personas mantenga las ventanas abajo
• Haga que los niños y niñas se sienten separados y usen la mascarilla mientras compartan el vehículo
• Abra todas las ventanas que sean posibles en el edificio

Evaluar los riesgos relativos en función del tipo de actividad y del entorno

La tolerancia al riesgo de cada uno es diferente. Las personas con niños y niñas menores de 12 años deben considerar los riesgos de transmisión comunitaria y los impactos de participar en entornos donde se encuentra en lugares cerrados, con personas no vacunadas o personas que no vivan con usted y la probabilidad y la capacidad de distanciamiento físico y el uso constante de la mascarilla.

Las áreas con bajos índices de vacunación representan un mayor riesgo de COVID-19 para los niños y niñas que no están vacunados. Cuando planee viajar, tome en cuenta los índices de vacunación (página web solo en inglés) al seleccionar su destino y para tomar una decisión más informada para viajar con sus hijos e hijas o cómo enfrentar la cuarentena mientras se esté de viaje.

Y si bien el COVID-19 es riesgoso, no es el único riesgo al considerar la salud de los niños y niñas. La interrupción de muchas rutinas y actividades regulares, desde la escuela en persona, los deportes y los eventos sociales, puede afectarlos negativamente y de diversas maneras. La salud no se limita a la salud física y las familias y cuidadores también deben considerar los impactos mentales y de conducta en los niños y niñas.

Cuando se trata de sus hijos e hijas, muchos padres de familia y cuidadores están muy cansados por la energía emocional y física que se requiere para sobrellevar constantemente los riesgos asociados con el COVID-19. La pandemia nos ha exigido mucho a todos, ha traído desafíos únicos para las familias y los cuidadores. Sin embargo, es útil recordar que tomamos decisiones de acuerdo con el riesgo todo el tiempo, siendo muchas actividades y opciones estadísticamente más riesgosas para los niños y niñas que enfermarse del COVID-19. Hay una mayor conciencia sobre el COVID-19. Es importante tomar precauciones para proteger a los niños y niñas y a otras personas que pueden no estar vacunadas y también tomar las mejores decisiones para la situación única de su familia.

Publicado orginalimente 6/23/21